Crema de Turrón

Feliz viernes, día de los Inocentes así que cuidado con las bromas. ¿Qué tal van las fiestas navideñas? Aquí este año son casi tropicales, vaya temperatura más buena estamos teniendo, con un cielo azul precioso. No es nada habitual esta situación aquí en el norte.

En Nochebuena fui a cenar donde mis padres y me encargue de llevar el postre. Mi madre quería algo ligero para después de tanto tragar y tras mucho pensar y buscar vi en el blog de Ana Azucarada unos vasos de crema de turrón que me pareció muy fácil de hacer y que tenía muy buena pinta así que me anime.

Los ingredientes para 6 vasitos son:

600 gr. de nata para montar (3 paquetitos de 200 gr.)

50 gr. de azúcar

1 tableta de turrón de Jijona (el blando) de 300 gr.

12 nueces peladas y trituradas

250 ml. de leche, yo uso semidesnatada.

Ponemos a calentar en un cazo la leche a fuego suave y le vamos añadiendo el turrón desmigándolo con las manos mientras removemos con una cuchara de madera. Este turrón se desmiga muy fácil pero como es muy aceitoso mancha mucho así que despacito y con cuidado que no se nos caiga ningún trozo en la ropa o en el suelo.

Se remueve despacito hasta que el turrón este deshecho, quedando una crema que dejaremos enfriar a temperatura ambiente mientras montamos la nata.

 Para ello ponemos el azúcar y la nata en un bol y batimos con la batidora con las varillas eléctricas hasta que quede espesa, montada.

Cuando la crema este tibia que no queme, se remueve bien y se va añadiendo a la nata con movimientos envolventes para que esta no se baje. A mi se me bajo un poco no quedando muy espesa, se quedó un poco liquida la mezcla.

Vertemos la mezcla en los vasitos hasta la mitad con una cuchara y ponemos una cucharada pequeña de las nueces en cada vasito. Terminamos de rellenar con la mezcla y metemos en la nevera entre 3 y 4 horas antes de servir.

Cuando los saques de la nevera decora con los restos de las nueces picadas y listos para comer. 

La crema en la nevera se queda con la textura como de una mousse pero un poco más liquido.

Fue un éxito, en mi casa gusto mucho aunque mi padre sugirió que la próxima vez las nueces fueran caramelizadas. Se podría probar pero aún así estaba riquísimo y al estar fresquito entraba muy bien.