Con estos calores que hemos tenido apetecía poco meterse en
la cocina así que aprovechando que tenía un calabacín de la huerta de mi prima
Irene, la mar de hermoso, lo puse relleno el otro día.
Es una receta muy rápida y fácil de hacer, para una persona
sólo necesitamos:
Un calabacín que no sea muy grande.
Una latita de atún.
Un huevo batido.
Un poco de pan rallado.
Un poco de queso rallado.
Empezamos limpiando el calabacín muy bien bajo el grifo de
agua fría y lo secamos. Lo partimos longitudinalmente, a lo largo, y con una
cucharita lo vaciamos con cuidado de no romper la cáscara. Nos quedan como dos
barquitos que dejamos para rellenar luego.
Si la pulpa del calabacín tiene pipas se las quitamos y la
picamos. Le añadimos la lata de atún escurrida de aceite, un poco de pan
rallado y el huevo batido, mezclamos bien y con esa pasta rellenamos las
barquitas del calabacín. Espolvoreamos de queso rallado.
En una fuente apta para horno, previamente engrasada con
aceite de oliva, echamos un chorrito de vino blanco y ponemos las barquitas
rellenas. Horneamos a 200º durante 30 min. aproximadamente y servimos.
Como habéis podido ver no le echo sal, estoy acostumbrada a
comer con poca sal y como el atún ya es salado no me hace falta pero si a
vosotros os gusta la comida más salada echadle un poquito.
Es una comida muy rica, fácil y rápida de hacer. Acompañada
de una ensaladita queda una comida muy sana y completa.
Espero que os haya gustado y os animéis a probarla.
Sed felices.